El sistema educativo que más protestas ha suscitado en la última década condena a las clases media y baja a endeudarse de por vida. Una carrera cuesta entre 400 y 1.000 euros al mes, sin contar la matrícula. La enseñanza es mala, clasista y un jugoso negocio
«Es raro encontrar al hijo del electricista en una Universidad pública chilena»