La consejería de Educación de Madrid ha lanzado una ofensiva contra la escuela pública que hay que calificarla de auténtica guerra sucia. Lo hace por tres vías: la manipulación informativa para desprestigiar al profesorado, el ataque al empleo público, y el recorte de derechos, libertades en los centros y la represión para intimidar a los docentes.
La guerra sucia de Figar contra la escuela pública y sus docentes